Dado que la normativa de protección del litoral impide modificar el volumen existente, se opta por una transformación sutil de los elementos construidos, complementada con una cuidadosa operación de modelado del terreno para alojar los nuevos usos. El diseño incorpora soluciones constructivas contemporáneas que refuerzan la identidad del lugar sin renunciar a su carácter.

Mediante la integración de estrategias pasivas propias de la arquitectura bioclimática, el proyecto apuesta por una arquitectura atemporal que contribuya a los valores culturales, medioambientales y sociales del entorno. Esta visión ha sido reconocida mediante la obtención de financiación pública destinada al fomento del desarrollo sostenible en Sicilia.